Termitas
Las termitas también llamadas hormigas
blancas pertenecen al orden de los isópteros, se caracterizan por ser insectos sociales que viven en
grandes colonias y se alimentan de madera y otros materiales ricos en celulosa.
Las termitas
con la ayuda de microorganismos que viven en simbiosis dentro de su aparato digestivo digieren la
celulosa que presentan las maderas, los papeles u otros materiales que en su conformación
contengan esta sustancia tan difícil de degradar naturalmente.
La primera señal de alarma es
cuando las vemos volar en nuestras casas entrada la primavera. Aparecen los machos sexuados alados,
que son la punta del iceberg los cuales invaden colonizando mas territorio para su colonia,
expandiéndose la plaga.
Las termitas que afectan a prácticamente la totalidad de las
estructuras y construcciones en España pertenecen a la especie Reticulitermes Ssp, y son termitas
subterráneas. Se alimentan de todo tipo de materiales celulósicos que encuentran en el suelo
(maderas,…) o en las estructuras (madera, cartón, papel…).
En el seno de una colonia de
termitas se distinguen las siguientes castas:
Obreras:
En general se observan, y en gran
número, unos pequeños individuos blancos que se desplazan rápidamente. Son las obreras. Ellas son las
responsables únicas de los daños. Consumen y digieren la celulosa que posteriormente son capaces de
regurgitar para distribuir a los demás miembros de la colonia; este proceso es lo que se llama la
trofalaxia. Están constantemente en búsqueda de alimento, sin periodos de descanso y moviéndose en
todas las direcciones en una búsqueda al azar. Son ellas también las que construyen los
cordones.
Soldados:
Es igualmente probable encontrar estos
individuos. Son blancos y prácticamente de la misma talla que las obreras, pero poseen una cabeza
hipertrofiada y más coloreada. Mucho menos numerosos que las obreras y provistos de una cabeza
muy quitinizada con 2 grandes mandíbulas, están encargados de la protección de la población contra los
enemigos (principalmente las hormigas). Su cabeza hipertrofiada no les permite alimentarse por sí
mismos y son las obreras las que los alimentan mediante trofalaxia.
Cuando la infestación es
masiva, es posible observar también a los reproductores secundarios, que se llaman neoténicos. Se
parecen a las obreras, pero son más largos (5-6 mm.) y poseen sobre el dorso dos pequeños bosquejos de
alas. Son capaces de desplazarse por las galerías creadas por las obreras y de formar, un poco más
lejos, una nueva colonia.
La pareja de
reproductores:
En el origen de una población de
termitas, hay una pareja de reproductores. Formada por un rey de color oscuro, capaz de moverse y que
todavía no ha perdido sus alas, y de una reina sin alas, igualmente oscura pero con el abdomen de
varios colores marrones. Este abdomen está hipertrofiado (desde algunos milímetros a varios
centímetros) y abriga un aparato reproductor capaz de crear varios miles de huevos al año. La reina es
incapaz de desplazarse y, por tanto, de alimentarse. Como el resto de la población, es alimentada por
las obreras.
Una vez al año, la
enjambrazón:
Manifestación visible y muchas veces
espectacular de su presencia, el enjambrazón se produce generalmente una vez al año (de enero a
mayo según las especies y la zona) en el momento en que las poblaciones están ya bien implantadas. En
este momento, centenares de reproductores primarios salen volando por los orificios creados por las
obreras. Estas reproductoras son aladas y de color oscuro. Su vuelo es muy corto. Al capricho del
azar, se forman las parejas y, las más afortunadas, que encuentren una cavidad en la madera donde
anidar, se podrán reproducir y crear una nueva población.
Con excepción de las
reproductoras aladas, todas las otras castas de termitas son ápteras, es decir, carecen de alas. Se
desplazan y comunican gracias a sustancias específicas que van dejando detrás de ellas y que sus
congéneres reconocen. Son las feromonas de pista. También existen las feromonas de alarma, segregadas
en caso de peligro y destinadas a alertar al resto de la población.
Desarrollo de las
termitas:
Como
la mayoría de los invertebrados, las termitas crecen por etapas. Al final de un periodo de
crecimiento, en el momento en que el esqueleto externo (cutícula) se les queda pequeño, se desprende
poco a poco y un nuevo caparazón más grande se forma inmediatamente. Este proceso se llama muda. Las
termitas mudan aproximadamente una decena de veces antes de lograr su tamaño
definitivo.
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